Este chalet de dos plantas se distingue por su integración serena con el entorno natural, creando un espacio de vida que equilibra modernidad y confort. La fachada, que combina piedra oscura y madera, transmite una sensación de solidez y calidez, aportando un carácter único y acogedor.
En el interior, los espacios abiertos y luminosos se distribuyen de manera que maximizan las vistas al paisaje, creando un ambiente tranquilo y funcional. La distribución cuidadosamente pensada aprovecha al máximo cada rincón, con un diseño elegante que prioriza la comodidad sin renunciar al buen gusto.
Un chalet pensado para aquellos que buscan tranquilidad y una conexión sutil con la naturaleza en un entorno privilegiado.